Un lunes…

Estándar

…lleno de domingos y recuerdos de fin de semana, que rompen la monotonía de la rutina, con cada recuerdo que trepa entre las ramas de los recuerdos de vidas futuras, de sueños vividos antes de soñarlos y utopías posibles, desarrolladas entre cada uno de los vericuetos de la mente y del corazón, dónde está el inicio de la aventura cósmica que soñaba la noche anterior a el próximo jueves, quizá son detalles del universo no lineal, quizá entre esos gusanos que los agujeros negros dibujan entre las dimensiones paralelas que describen el universo que converge en las realidades concéntricas de la razón y entre los laberintos de los sentimientos y de las aberraciones lacerantes de la memoria y recuerdos que nos atan a un futuro no vivido y que fatídicamente cada quien cree o no que está escrito, que podría estar más escrito que la vida continuará en el universo, pese que nosotros algún día dejemos este plano físico, para adentrarnos en otra realidad o plano físico, o mental o espiritual, quizá cada uno tendrá que decidir si es verdad o no para sí, pero el año entrante cuando yo todavía era un niño púber determinará que es lo que haré el resto de mis días, cuando sea cada vez más anciano y quizá menos tolerante, será cierto que la intolerancia viene con los años, o simplemente será esa insatisfacción de saber que estoy atado a este cuerpo con los lazos invisibles de la comodidad y de la pereza mental y espiritual, por qué yo y no la otra persona que quisiera haber nacido acá, es la que vive allá donde yo quisiera vivir, quizá después de todo esa constante del cambio, el cambio de nuestro ser y de nuestras ideas y sentimientos y de ser quien es uno en determinado momento, ese devenir del caos que rige a todo el universo, incluyendo al mínimo y megalómano humano, quizá después de todo simplemente uno se cansa de ver la desidia con la que uno asume la vida y quizá esa actitud personal es la que nos cansa de ser así y estamos enfadados con nosotros mismos y esto lo metaproyectamos hacia el exterior, como suele suceder con la mayoría de las situaciones, quizá en corto y mediano alcance, quizá a largo plazo tenemos que pasar por etapas en nuestra vida, por esos mismos cambios que gestamos en nuestro interior y son como los mismos ciclos del universo, ya que al final de cuentas somos un cosmos interno, que gira y gira, sin darnos cuenta, quizá algunos podrían llamarnos locos o bien desagradables, es su derecho de vernos y juzgarnos, pero solamente si nosotros les damos poder de que nos afecten las palabras nos molestaremos, quizá después de todo ayer martes, fue lo que será el día de hoy lunes, sin importar el orden de las palabras y las cosas, sobretodo porque el humano tiene lenguajes mucho más desarrollados que los idiomas y los lenguajes hablados y escritos, quizá después de todo somos más intuitivos que lo que podemos ver y realizar, quizá somos parte de todo y por eso un lunes al sol como el día de hoy, mando paz, amor y armonía al universo y que sus esporas y semillas contagien al mundo y hagamos un mejor lugar para vivir y soñar, con un lunes cualquiera, preámbulo al resto de nuestras vidas…

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